jueves, 2 de diciembre de 2010

Lo siento.

Hay muchas maneras de decir lo siento, pero la mía en especial es sujetada a líneas trascendente que se desbordan en un oasis de solitario esplendor, puesto que lo intente casi todo, escribo en la sencillez de un margen de astucia elegante y no encuentro un sosiego entre tantas remembranzas chispeadas por el tiempo, cometí un error como se cometen ciertas estupideces, me fui mas allá de un abismo de rabia gastada y te herí, si te herí sin controlar mi alma, sin ni siquiera escuchar esa voz que decía cálmate y mientras más me hablaba, yo más me sumergía a esa llama fosforescente de confusión que al ser apagada me dejo chamuscada, vuelta ceniza y sin remedio de explicación, después de eso que se puede hacer? ni el espejo visualizan esa imagen de mi que no conocía.

Así es la rabia un sentimiento violento lleno de demonios que aspiran cada pensamiento de buenos instantes, me traslado a olvidar por un segundo todo aquello que acaricio el afecto… solo odiaba y odiaba como si en la vida lograra saber ese significado tan relevante a la decadencia de un aliento sin amor, que se lleno de sombras por todas partes y me sentía la dueña suprema de las misma, porque me estaban alabando toda esa furia sin control, y vuelvo a lo mismo --> después de eso que se puede hacer? nada, ya lastimé con palabras falsas dando en un punto fijo de su órgano.

Ya no tengo ni siquiera razones a la sin razón a esta razón de decir lo siento, lo siento porque ya no tengo otra cosa mejor que decir, lo siento como se siente estar sentido, como se siente suplicar sentir algo, lo siento tan solo eso >>lo siento<<, no perdones ese día pero olvídalo, sacúdelo como boronitas de recuerdo y si te sirve de algo.. ese día no fui yo, fue otra persona que no espero volver a encontrar dentro de mí.

Gomenasai.

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