sábado, 16 de octubre de 2010
En manos del olvido.
Y estas ahí como fingiendo no verme
Mientras imagino tus ojos fijo,
Y tu relevante estructura como queriendo hablarme.
Ay! y yo que te miro
Como si no sintiera nada,
Tratando de esconder cada fragante desdicha,
Que ni yo misma me creo de tanta cobardía.
Oh! Y el tiempo que corre y no se esconde.
Aun conservaras mi nombre usado?
Y me pregunto ¿si esto debía de pasar?
O tal vez nunca debimos saltar el horizonte entre hortalizas,
Quizás hoy no seriamos extraños
el ayer, oh! Nuestro ayer, aun seguiría cruzándose.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
este poema, acompañado por las notas suaves de yann tiersen , realmente me hacen recordar mucha cosas, grax por ponerlo
ResponderEliminarDe nada mi vekita este lo escribi ya hace un tiempo ... besos.
ResponderEliminar